Informe Especial
Por Sheila D. Collins, profesora y Jefa del Departamento de Ciencias PolÃticas en la Universidad William Paterson y miembro del Comité Ejecutivo de la Coalición Nacional
de Empleo para Todos (National Jobs for All Coalition–NJFAC), Marzo 2000
Cuatro años desde que se aprobara la Ley de Responsabilidad Personal y la Reconciliación de Oportunidades de Trabajo (the Personal Responsibility and Work Opportunity Reconciliation Act) las élites de polÃtica nacional han declarado que la reforma de bienestar social (welfare reform) ha sido un rotundo exito.   Como evidencia, señalan la dramática reducción de los casos que reciben asistencia pública (welfare) y el aumento en el número de los que recÃben asistencia que han comenzado a trabajar. Pero la evidencia de numerosos estudios de seguimiento realizados a nivel de los estados pintan un cuadro menos alentador.
La mayorÃa de los estados han estado utilizando sanciones para los que violan las reglas que son mucho mas agresÃvas que las que tenÃan en el pasado, y muchos han desalentado a las familias de solicitar ayuda inicial. Esto sugiere que una gran proporción de los que ya no recÃben asistencia (o los que fueron desalentados inicialmente) pueden haber caido en mayor pobreza. La reduccion de la dependencia en la asistencia publica no significa que se reduzca la pobreza.
Crecimiento Economico y Mayor Pobreza
A pesar de la caida general en los niveles de pobreza, el aumento alarmante en varios indicadores de la pobreza parecen confirmar que el crecimiento económico va acompañado de mayor probreza:
- los ingresos promedios del 20 por ciento mas pobre de familias dirigidas por mujeres disminuyó de 1995 a 1997.
- entre el 1996 y el 1997 más de 400,000 niños estaban viviendo en la pobreza extrema – inferior a la mitad del nivel de la pobreza.
- el 81 por ciento de las 34 ciudades estudiadas reportaron aumentos significatÃvos en solicitudes para asistencia de alimentos y para albergue de emergencia.
- “Second Harvest”, el mayor distribuidor de los proveedores de alimentos de emergencia de la nación, proyecta que habrá una insuficiencia del 1997 al 2002 de 24,558 billones de toneladas de alimentos o el equivalente a tres comidas al dÃa para 3.24 millones de personas de bajo ingreso por un año entero. Para compensar por esa deficiencia, se estima que que tendrán que ampliar las actividades de recogido y distribución de alimentos por más de un 425 por ciento sobre su capacidad del año 1995 y mantener este nivel expandido a través de los proximos seis años.
Trabajando, Pero Aun Pobre
Que sabemos de aquéllos que han sido investigados? Aunque la evidencia es aislada, estudios de seguimiento realizados por algunos estados indican que entre el 61 y 87 por ciento de los que dejaron las filas de la asistencia pública consiguieron trabajo en el 1998 y entre el 50 y el 70 por ciento en el 1999. La Asociacion Nacional de Governadores aclamó este record como “exediendo las expectaciones tanto de los propulsores como de los dudosos. Pero nuevamente, la retórica ardiente de los lÃderes de la pólitica pública ofusca la realidad de la vida despues de la asistencia publica (welfare).
- Muchos trabajos eran de parte del tiempo (part-time) y temporeros.
- Muy pocos proveÃan vacaciones pagadas, dÃas de enfermedad, o beneficios de salud y de retiro.
- A pesar de los mayores esfuerzos realizados por los estados “para que los trabajos paguen”, para el mes de marzo de 1998, solo ocho por ciento de los recipiendarios del año anterior tenÃan empleos con salarios semanales superiores al nivel de la pobreza de tres personas.
- entre 1997 y 1998 la proporción con salarios semanales inferiores a tres cuartos del nivel de probreza tuvo un gran aumento del seis al 14.5 por ciento. El porcentaje que dejó la asistencia pública para trabajar en el 1999 fue solo de 5 a 10 por ciento mayor que la proporción que dejó la asistencia pública para trabajar bajo el antiguo programa de AFDC, cuando el nivel de desempleo era superior al de hoy dia.
- La mayor parte de las familias continuó dependiendo de otras formas de ayuda pública como lo son los cupones de alimentos, Medicaid y los subsidios transitorios para el cuidado de niños, asi como de familiares y amÃgos.
- Desde que se abolió la asistencia pública (welfare), menos familias están recibiendo Medicaid y cupones de alimentos, a pesar de que pueden ser elegibles.
La Falta de Empleos: ¿Realidad o Ficción?
A pesar de que tenemos el nivel más bajo de desempleo en 30 años, aún tenemos necesidad de empleos.
- En el 1998, 163 ciudades y 670 condados tenÃan niveles de desempleo que eran 50 por ciento superiores al promedio nacional.
- El 92 por ciento de 34 ciudades que fueron investigadas en el 1997 reportaron que no tenÃan suficientes empleos de pocas destrezas para llenar los requisitos de la ley de reforma de la asistencia pública (welfare).
- A los niveles de expansión de puestos de empleo en la ciudad de Nueva York tomarÃa 21 años para que todos los adultos que reciben asistencia pública fueran integrados a la economÃa, aunque todos los nuevos puestos que se crearan fueran para los recipiendarios de asistencia.
- El Programa de Trabajo para los que reciben asistencia pública (Workfare), mediante el cual los recipiendarios de asistencia trabajan para compensar por su asistencia en puestos de trabajo que resultan de aquéllos que se jubilan o de aquéllos que le han reducido sus horas de trabajo o sus salarios – funciona en por lo menos la mitad de los estados investigados. La existencia de programas de empleo (workfare) mayores en ciudades como Nueva York donde los recipiendarios son mas numerosos, es una indicación de la falla de los mercados laborales locales en proveer suficientes puestos de trabajo de nivel inicial.
La verdadera reforma de bienestar social y la solución a la pobreza requiere un compromiso de crear TRABAJOS PARA TODOS con salarios suficientes para vivir y con apoyos para todos los que no puedan trabajar, para los que su trabajo consiste en el cuidado familiar, y cuyos salarios son inferiores a un nivel mÃnimo de desencia — en otras palabras, el derecho al trabajo y también al bienestar social.
Mientras llegamos a la meta de largo plazo, que requerirá un movimiento determinado y sostenido de la gente para el cambio fundamental en las prioridades de la nación, podemos luchar por la RESTAURACION DEL BIENESTAR SOCIAL:
- Se debe determinar la disponibilidad de puestos de trabajo y no impornerse lÃmites de tiempo o denegar la asistencia si los puestos no estan disponibles.
- Se deben crear trabajos para los desempleados.
- A los que participan en el programa de”workfare”, se les debe garantizar salarios equivalentes a los que reciben los que ocupan posiciones similares como trabajadores.
- El trabajo se debe hacer mas atractivo aumentando el salario mÃnimo a un nivel de vida, no de pobreza.
- Se debe garantizar el cuidado de niños de buena calidad a todos los padres que lo requieren para poder mantener empleo, aceptar empleo o participar en programas de educación y adiestramiento.
Traducico al español por J. Julian Rivera, Profesor Asociado, Escuela de Trabajo Social, Adelphi University
Para mayor información sobre la reforma en la asistencia social, vea la publicación de Gertrude Schaffner Goldberg y Sheila D. Collins,Washington’s New Poor Law, Apex Press, 2000.